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La piel es un órgano con gran influencia neuro-inmunológica, en donde el estrés genera la liberación de neuropéptidos, hormonas como el cortisol y neurotransmisores que aumentan la inflamación y llevan a la pérdida de la barrera protectora de la piel.
Esto está demostrado en enfermedades tales cómo acné, alopecia areata, ciertos tipos de eczemas y dermatitis, prurito, psoriasis, alteraciones en uñas, urticaria y vitiligo.
Con la ayuda de terapias o actividades alternativas cómo el yoga, se puede lograr una significativa mejoría en el estado de ánimo, impactando de forma positiva el estado inmunológico de la piel.
Recuerda siempre consultar antes con tu especialista de confianza.
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