La piel es el órgano más expuesto al daño oxidativo, el cuál acelera el envejecimiento y predispone al cáncer de piel. Esto se debe a factores internos por el metabolismo celular y externos tales cómo la radiación ultravioleta, la contaminación ambiental y el consumo de alcohol y tabaco. Los antioxidantes son sustancias que inhiben o retrasan la oxidación, además sirven como coadyuvantes en procesos de hidratación, antienvejecimiento y despigmentación.
Existen productos tópicos cómo la vitamina C, las isoflavonas de soya, extracto de té verde y el resveratrol y orales cómo el polypodium leucotomos, pygnogenol, carotenoides, polyfenoles del té y resveratrol.
Recuerda siempre consultar antes con tu especialista de confianza.